Si te digo que la Osteopatía Craneosacral es una suave y sutil tecnica derivada de la osteopatía que mediante la palpación y delicados movimientos manuales alienta y estimula las capacidades autocurativas y autorreguladoras del cuerpo seguramente asentirás con la cabeza y por dentro pensarás, no he entendido ni papas,...
Si te digo que es eficaz para un amplio abanico de enfermedades (dolor de cabeza, cuello y espalda, disfunciones de la ATM, cansancio crónico, dificultades de coordinación motora, escoliosis, fibromialgia, problemas oculares, depresión endogena, hiperactividad, cólico del lactante, disfunciones del sistema nervioso, además de otros trastornos físicos y psicologicos) y que puede ser aplicado tanto a los adultos como a niños y bebes igual empiezas a plantearte que no estaría mal probar esa terapia que tiene un nombre tan raro (solo decirte que a mis hijas aun les sige costando decir correctamente "craneosacral", aunque es cierto que tambíen les costo lo de "fisioterapeuta")
Por eso quiero contarte lo que hago cuando te pones en mis manos en la consulta. Que pasa cuando pongo las manos sobre tu cabeza o tu cuerpo y aparentemente me quedo ahí quieta sin que externamente parezca ocurrir gran cosa. Pues bien, lo que hago es contactar con tu fuerza vital, sí, esa fuerza vital que siempre está presente en ti, sí, incluso en las condiciones más adversas, pues incluso entonces, estás viv@, ¿no es cierto? Y esa fuerza vital se expresa en el cuerpo a través de un movimiento muy sutil, apenas perceptible y que como terapeutas nos entrenamos a percibir: el movimiento respiratorio primario. Porque el movimiento es vida y en nuestro cuerpo existe ese sutil movimiento que lo envuelve todo, como una respiración, que cuando se queda bloqueado en algún lugar produce desequilibrio, malestar o enfermedad.
Si te digo que es eficaz para un amplio abanico de enfermedades (dolor de cabeza, cuello y espalda, disfunciones de la ATM, cansancio crónico, dificultades de coordinación motora, escoliosis, fibromialgia, problemas oculares, depresión endogena, hiperactividad, cólico del lactante, disfunciones del sistema nervioso, además de otros trastornos físicos y psicologicos) y que puede ser aplicado tanto a los adultos como a niños y bebes igual empiezas a plantearte que no estaría mal probar esa terapia que tiene un nombre tan raro (solo decirte que a mis hijas aun les sige costando decir correctamente "craneosacral", aunque es cierto que tambíen les costo lo de "fisioterapeuta")
Por eso quiero contarte lo que hago cuando te pones en mis manos en la consulta. Que pasa cuando pongo las manos sobre tu cabeza o tu cuerpo y aparentemente me quedo ahí quieta sin que externamente parezca ocurrir gran cosa. Pues bien, lo que hago es contactar con tu fuerza vital, sí, esa fuerza vital que siempre está presente en ti, sí, incluso en las condiciones más adversas, pues incluso entonces, estás viv@, ¿no es cierto? Y esa fuerza vital se expresa en el cuerpo a través de un movimiento muy sutil, apenas perceptible y que como terapeutas nos entrenamos a percibir: el movimiento respiratorio primario. Porque el movimiento es vida y en nuestro cuerpo existe ese sutil movimiento que lo envuelve todo, como una respiración, que cuando se queda bloqueado en algún lugar produce desequilibrio, malestar o enfermedad.
Y me enfoco principalmente en lo que está bien. Me hago amiga tuya, de tu fuerza interior. Mi principal objetivo es sentir esa fuerza interna, y entonces cuando ya nos conocemos un poquito más, puedo, en confianza, susurrarle, indicarle con suavidad a traves de mis manos donde el movimiento no va.
Como si fuera el espejo que permite al bailarin mejorar su técnica, mis suaves indicaciones amplifican de alguna manera esos lugares donde el movimiento de vida se queda atascado, y así, con esa toma de consciencia corporal sutil, se abre la posibilidad de que sea tu propia fuerza vital interna la que te sane. Porque nuestro sistema tiende hacia el equilibrio, hacia la homeostasis, y si le apoyamos un poquito, le damos la oportunidad de autorregularse y autosanarse. Asi, que no, no te transmito energía, ni mía, ni del universo, porque en realidad, tu vida está en ti, tan solo hay que liberarla de aquellos lugares en que se quedo encerrada, ayudándole a encontrar la salidad del laberinto.
Y por eso es Biodinámica, porque nos movemos con la vida, tu vida, y yo te acompaño. No te fuerzo, no te obligo, no te violento, solo te acompaño, y muchas veces eso es suficiente. Lo hemos experimentado todos, cuando estamos mal y encontramos a alguien que nos escucha, que no nos fuerza a estar bien, que nos permite estar tal cual estamos, que no nos acosenja ni nos dice lo que tenemos que hacer,... y eso es suficiente, después de un tiempo, si hemos tenido la maravillosa fortuna de encontrar a alguien así, empezamos a sentirnos mejor. Eso es la Terapia Craneosacral Biodinámica.
Y por si estos pocos parrafos han despertado tu curiosidad, hay más, mucho más, un poco de lo cual te lo cuanto aquí abajo.
Como si fuera el espejo que permite al bailarin mejorar su técnica, mis suaves indicaciones amplifican de alguna manera esos lugares donde el movimiento de vida se queda atascado, y así, con esa toma de consciencia corporal sutil, se abre la posibilidad de que sea tu propia fuerza vital interna la que te sane. Porque nuestro sistema tiende hacia el equilibrio, hacia la homeostasis, y si le apoyamos un poquito, le damos la oportunidad de autorregularse y autosanarse. Asi, que no, no te transmito energía, ni mía, ni del universo, porque en realidad, tu vida está en ti, tan solo hay que liberarla de aquellos lugares en que se quedo encerrada, ayudándole a encontrar la salidad del laberinto.
Y por eso es Biodinámica, porque nos movemos con la vida, tu vida, y yo te acompaño. No te fuerzo, no te obligo, no te violento, solo te acompaño, y muchas veces eso es suficiente. Lo hemos experimentado todos, cuando estamos mal y encontramos a alguien que nos escucha, que no nos fuerza a estar bien, que nos permite estar tal cual estamos, que no nos acosenja ni nos dice lo que tenemos que hacer,... y eso es suficiente, después de un tiempo, si hemos tenido la maravillosa fortuna de encontrar a alguien así, empezamos a sentirnos mejor. Eso es la Terapia Craneosacral Biodinámica.
Y por si estos pocos parrafos han despertado tu curiosidad, hay más, mucho más, un poco de lo cual te lo cuanto aquí abajo.
LA OSTEOPATIA y más concretamente su fundador ANDREW TAYLOR STILL (1828-1917)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcA3d0oW07wFrV5nELLjGxGOj7vLSdvWf7klCa9U5bbmJSJhMSbx5Awg7eyPE3zTICyhc4T58twBri_TPfiFPWnez5O3-s_IToGU0-N53zyW-tLDtmDn3-y_4_y07wugAKx8V20J26kME/s1600/ATS_Bicycle_1.jpg)
Para Still el
sistema musculo esquelético dejaba de ser ya la mera percha en donde se
colgaban y se situaban los distintos órganos, tal y como era considerado
tradicionalmente. Por el contrario, defendía que la función orgánica estaba
verdaderamente condicionada por la estructura ósea, de tal manera que pequeños
desarreglos a nivel de las articulaciones raquídeas o intervertebrales
determinaban una disfunción orgánica.
Estos
desarreglos vertebrales los corregía por medio de manipulaciones que él mismo
desarrolló y que constituyen la verdadera clave e innovación de su método.
1.- La estructura gobierna la función:. Axioma básico y el más célebre de la osteopatía, viene a
significar que toda alteración funcional viene determinada por una alteración
estructural. La estructura no sólo es importante, sino que es la clave del
tratamiento. Por lo tanto, corrigiendo ésta podremos solucionar la disfunción
orgánica. Hoy en día decimos que la estructura y la
función están recíprocamente interrelacionadas. En
otras palabras, el modo en que la estructura del cuerpo se mantiene afecta al
modo en que funcionamos, y como funcionamos también afecta a la estructura.
2.- La ley del todo El segundo contenido importante es
que el cuerpo es una unidad integrada, tanto en su estado de salud como de
enfermedad. Esto significa que el cuerpo no se puede dividir, ya que una parte
influencia la otra, y hay que considerarlo como una totalidad unificada.
3.- La ley de la autocuración: El tercer contenido es que el
cuerpo es capaz de auto sanarse; en otras palabras: el cuerpo tiene las
capacidades innatas de curarse si se dan las condiciones adecuadas para que los
mecanismos de curación se manifiesten
Still
también estableció otras leyes:
- La ley de la artería: todo
desarreglo orgánico y visceral proviene de una mala irrigación sanguínea. En
este sentido, proporcionar una buena nutrición al órgano es fundamental para
restaurar su función. La regla de la arteria es absoluta. “Encontrar la lesión osteopática,
repararla y dejar a la Naturaleza hacer el resto.”
“La sangre debe
poder ir y venir sin obstáculos. El trabajo del osteópata consiste en asegurar
que la sangre pueda fluir de forma continua por las arterias, los capilares y
las venas” A.T.Still
- La
ley del nervio: de la misma
manera, los desarreglos viscerales y orgánicos pueden tener su origen en una
interrupción del flujo nervioso debido a una restricción vertebral. Para ello,
Still defiende que se puede restablecer la función normal por medio de la
manipulación vertebral.
La Osteopatía es
probablemente junto con la Homeopatía, la Naturopatía y la Medicina
Tradicional China una de las terapias que mayor auge han experimentado en
los últimos años. De la Osteopatía se conoce el popular “cracking”, la
manipulación vertebral, pero poco se conoce de la profundidad y la importancia
de otras técnicas de tipo fascial, muscular, Craneosacral, vascular, neuronal,
viscerocraneal, energético, etc. Y de los beneficios de su aplicación no solo en
el campo estructural, si no que también esta indicada en problemas neurovascualres,
endocrinas, emocionales, etc., y en bebes y niños.
Y como la vida es movimiento, una de las evoluciones de la Osteopatía fue :
LA OSTEOPATÍA CRANEAL – fundador WILLIAM GARNER SUTHERLAND (1873-1954),
Sutherland
era un estudiante de Osteopatía de principios de siglo en América, y aprendió,
como los demás estudiantes de Osteopatía de aquella época, que los huesos
craneales no se mueven ya que quedan fusionados y fijados en el adulto. Sin
embargo, un día que estaba examinando algunas articulaciones craneales en el
laboratorio observó la forma en que una de las suturas de estos huesos se superpone
a la otra, y escribió al respecto: «Un pensamiento me golpeó: esta sutura está
biselada como las agallas de un pez y diseñada para la Respiración Primaria».
Así que decidió realizar un experimento para probarse a sí mismo que los huesos
craneales no se movían, ya que eso era lo que había aprendido. Su razonamiento
era que, si los huesos craneales se moviesen (cosa que dudaba), al impedir este
movimiento, los efectos de ello deberían ser perceptibles. Así que diseñó una
especie de casco con unos tornillos de ajuste a ambos lados , que podía apretar
a discreción, para impedir el movimiento craneal. Se Experimentó sobre el mismo durante unos
meses. Comprobó en sí mismo los síntomas de la restricción de movilidad;
alteraciones visuales, vértigos, cefaleas, alteraciones emocionales, etc. el Dr. Sutherland comenzó a
sentirse bastante enfermo y seriamente desorientado. Su mujer le suplicó que
detuviera los experimentos porque ya tenía suficientes pruebas para afirmar
que, cuando se impide el movimiento de los huesos craneales, aparece la
enfermedad. Tras quitarse el
casco, empezó a manipularse el cráneo con ligeras presiones, con el fin de
restablecer su movilidad. Las alteraciones desaparecieron. A partir de entonces
empezó a tratar a sus pacientes mediante manipulaciones craneales.
MECANISMO
RESPIRATORIO PRIMARIO
Sutherland comenzó estableciendo los fundamentos de su trabajo en los cinco
apartados de lo que el llamo el mecanismo
respiratorio Primario (MRP). Lo
denomino Mecanismo por las
relaciones especificas que presentan entre si sus diferentes estructuras,
formando entre todas un motor o mecanismo que posibilita el movimiento. Lo
denomino Primario, pues este impulso
rítmico ya se aprecia en la vida uterina alrededor del quinto mes y por lo
tanto antes que la respiración pulmonar, que para Sutherland pasó a llamarse secundaria. Este Mecanismo
Respiratorio Primario se sigue apreciando aún durante unos 15 minutos después
de la muerte, clínica, tal y como se demostró en la década de los 70 y 80 mediante evaluaciones
científicas.
El fundador de la Osteopatía Craneosacral, el Dr.
Sutherland, relató en alguna ocasión lo que le ocurrió cuando paseaba a la
orilla de un lago, y encontró a un hombre que se había ahogado. Este hombre
estaba acostado en la orilla y sus señales vitales respiratorias, ni respiraba
ni la latía el corazón. al igual que su ritmo cardíaco se habían detenido. Sin
embargo, cuando Sutherland puso las manos en su cabeza, sintió que todavía
estaba presente la Respiración Primaria. Entonces aplicó una técnica para fomentar
el reinicio del Impulso Respiratorio Primario, y en un breve lapso de tiempo,
el corazón de este hombre y su respiración comenzaron de nuevo, y su vida se
salvó.
Y lo llamo Respiratorio pues aunque no tiene relación directa con la
respiración pulmonar, se expresa de manera similar. Consta de la fase de flexión o expansión y de
la fase de extensión o retracción, a un ritmo de 6-12 ciclos por minuto, es
decir unos tres segundos por cada fase. Es un ritmo constante, independiente
del respiratorio y disociado del ritmo cardíaco y de su actividad.
El movimiento natural de dicho mecanismo es relativamente estable, no
modificándose con la misma facilidad que los ritmos cardiovascular o
respiratorio. No obstante, se pueden reconocer diferentes efectos que lo
alteran:
LO ACELERAN: LO REDUCEN O PARALIZAN_
La fiebre El miedo
El exceso de oxigeno El CO2
La hiperactividad La depresión crónica y perturbaciones psíquicas
El stress crónico Lesiones Cerebrales
El insomnio
El Coma
LA TERAPIA CRANEOSACRAL BIODINÁMICA
En los últimos años de vida , Sutherland, con la ayuda de algunos de sus colaboradores, como por ejemplo Jealous, y posteriormente otros osteópatas como Becker, detectaron otras fases de expansión y retracción, con otro ritmo diferente al del MRP, más lento, que parece, se atribuyen a procesos en relación con la propia energía vital del individuo. La Biodinámica Craneal, trabaja en estas amplitudes, el denominado trabajo de las mareas, que irían desde el IRC, o esta fase más rápida, hacia las mareas medias y mareas larga a través de las cuales podemos sintonizar a niveles profundos con la persona.
El terapeuta Craneosacral
aprende a percibir este sutil pero a la vez profundo movimiento, mediante el
desarrollo de su tacto, como un músico que es capaz de tocar sin pensar, el terapeuta detecta las restricciones del movimiento y es capaz, una vez el conocimiento
está integrado, de dejarlo a un lado, para conseguir conectar con el estado vibracional del paciente y dejar que las
correcciones sean efectuadas por la tendencia innata que los tejidos tienen a
recobrar su equilibrio. El terapeuta craneosacral solo es un ser en escucha, un
vehículo potenciador de las capacidades naturales del cuerpo.
Sutherland consideró que este proceso se fundamenta en la utilización de «dedos pensantes»: aprender a pensar y sentir a través de los mecanismos propioceptivos de los dedos, y de este modo ser capaces de leer la historia del cuerpo del paciente. Este es un proceso de escucha profunda, durante el cual el terapeuta craneosacral mantiene una atención abierta y neutral. Es muy importante que el terapeuta mantenga una atención realmente abierta y neutral para poder palpar lo que verdaderamente ocurre en el cuerpo del paciente, sin imponer sus propias ideas y expectativas. El terapeuta entra en una especie de diálogo o conversación con el cuerpo del paciente a través de la escucha con sus dedos, y responde a las señales que el organismo del paciente emite. Al mismo tiempo, puede hacer preguntas al cuerpo del cliente, enviando sugerencias sutiles a través de sus dedos y percibiendo cómo responde éste.
Por ejemplo, si una parte del cuerpo del cliente tiene una contracción de cualquier tipo, como podría ser un tirón hacia el lado derecho, y enviamos con nuestros dedos y nuestra intención una muy sutil sugerencia de movimiento hacia ese lado, entonces el hueso aceptará con gusto esta sugerencia de movimiento hacia la derecha; esto es, se moverá de manera natural hacia la dirección en la que está el tirón, es decir, su dirección de facilidad. Y de esta manera se va realizando el diagnostico y el tratamiento, como si se tratara de una conversación entre las manos del terapeuta y el cuerpo del cliente. El paciente puede tener una restricción o bloqueo particular y el terapeuta puede identificar esta restricción, su forma, su localización y la cualidad que contiene. Las manos del terapeuta actúan como fulcro o punto de referencia alrededor del cual el cuerpo del cliente se empieza a reorganizar.
Hay varias técnicas o habilidades que el terapeuta puede utilizar para ayudar al cuerpo del cliente a reorganizarse y crear las condiciones para la autocuración. Todas estas técnicas tienen un enorme respeto por la Inteligencia inherente del cuerpo. Así pues, nunca se impone nada sobre el cuerpo del paciente, ni se fuerza al organismo para hacer algo que todavía no está preparado. Esta es una característica fundamental de la BIODINÁMICA.
Una de
las habilidades fundamentales que el terapeuta tiene que desarrollar es la de
buscar la expresión de la salud en el cuerpo del cliente, sin centrar su
atención en tratar de curar las enfermedades. Como decía Still, el fundador de
la Osteopatia, nuestra labor como osteópatas es encontrar la salud, la
enfermedad cualquiera la puede encontrar. Las habilidades o técnicas utilizadas
tienen la finalidad de estimular la salud en una zona de resistencia o
disfunción. Este proceso de sanación surge del propio cuerpo del paciente; no
es algo que haya que dar al paciente, sino que es algo que siempre está
presente, incluso en las condiciones de enfermedad más severas o en las zonas
más alteradas y restringidas, tan solo hemos de ayudarle a reconectar con su
propia impronta de la salud y de equilibrio, reconectar con esa fuerza vital que nos hizo formarnos desde una simple célula al milagro de billones de celulas andantes que somos en este momento.
¿A que te han entrado ganas de pasar por la consulta? Pues ya sabes donde encontrarme.
¿A que te han entrado ganas de pasar por la consulta? Pues ya sabes donde encontrarme.
Yo también creo que todo tipo de terapia de sanación de cualquier disfunción, (sea cual sea el problema de salud) hunde sus raíces más importantes, en el hecho de que el organismo (físico o mental, o todo integralmente como tú defiendes) termina por curarse a sí mismo, por sus propios medios, pero con la guía del terapeuta. Es decir, es al final el cliente el que se cura con la guía del/la profesional.
ResponderEliminarPor ejemplo, el psiquiatra al que he acudido durante casi veinte años, en realidad sabe, y me lo ha dicho a veces, que al final es el propio paciente el que se cura, dándose cuénta de cosas básicas que bloqueaban toda su salud mental, por medio de, también, sutiles indicaciones (a las que el paciente sólo tiene que hacer caso de las que le sienten bien, y éstas, son pocas y básicas pero fundamentales);es el paciente con su organismo-mente quien termina, al final, de hacer el trabajo fundamental y de regular las pautas de acción que bloqueaban la mente de forma muy peligrosa hacia otras pautas naturales y más fluídas y regulares.
Conozco, y conoces a una persona en la que se produjo el proceso del que hablas y no sólo fueron las medicinas básicas las que le sacaron del infierno. Es un trabajo que ella hizo sin darse cuenta, pero a fe que lo hizo la persona de la que te hablo: Está estable desde hace quince años, con dosis mínimas de litio; pero repito, realizó un trabajo mental intuitivo que ella no podría expresar con ideas, y del que no cayó en la cuenta racionalmente. Su mente y organismo fueron conducidos por ella misma hacia el lugar más sereno de su persona. Su forma intuítiva y no racional de “enfrentarse” al problema fue vita.Y por supuesto no piensa que lo hizo. No necesitó teorías, sino intuición. Se dejó fluir, y aquello le salvó. No todos conseguimos fluír
En mi caso mi cuerpo no supo o no quiso escuchar la comunicación de tus dedos. Pero a pesar de ello, yo creo que en lo que dices en tu largo artículo, no es para nada disparatado (al revés) por mucho que, como vuestras sanaciones no son “oficiales” ni subvencionadas, contáis con poco medios para desarrollarlas Pero también créo en la necesidad básica y simple de dos o tres medicinas. Quiero decirte lo que ya dije otro día, la cooperación y aportación es positiva, pero tristemente vosotras tenéis que veroslas con la prepotencia y única verdad (qué ridiculo) de la tradicional. Todo puede aportar
Por otra parte, en mi problema psíquico o mental, las pastillas, en dosis mínimas, pueden ayudar a mantener un estado de ánimo relativamente estable. Pero eso y simplemente eso no te lleva a crecer como persona, nunca bastan las medicinas. Hay que dejar de luchar contra la enfermedad y escucharla.
Tanto mi psiquiatra tradicional, así como terapéutas alternativos, sirven de escucha y de espejo, tal y como decías de la bailarina, hasta la autoregulación; volviendo al principio, por enésima vez, el organismo alcanza el lugar de paz con guía, pero el camino que señala el guía, tiene que hacerlo el paciente. De muy diferentes maneras por cierto.
Por otra parte, y aunque en otro lugar hablabas a las mujeres, me ha gustado muchísimo lo de la sonrisa interior. A ver si la ejercito.