1.- Amortiguas con todo tu sistema, desde los pies hasta las
caderas, y corres de manera más suave y amorosa para con tus articulaciones.
2.- Respetas tus limites. Corriendo descalza recuperas la
conexión con tu sistema propioceptivo. Si te pasas, él te avisa.
3.- Tu cadena muscular posterior recupera su longitud
original. Después de toda una vida en la que nuestro talón encontraba un tope
antinatural en su contacto con el suelo, por fin, nuestra estructura tiene la
posibilidad de estirarse. Con cada paso vas realizando un suave estiramiento.
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3.- Correr descalzo se convierte en una meditación,
mindfulness en acción
. Es muy difícil perderse en la mente cuando tu principal
foco de atención está en el aquí y el ahora, para no pisar ninguna piedra,
ningún cristal. Evitar el dolor es una buena motivación para estar presente.
4.- Contacto con la Madre Tierra. Corriendo descalza, sobre
todo por el monte, es como si volvieras a conectarte con esa madre amorosa que ha estado sosteniéndote siempre. Apoyándote. Es como si hasta ahora nuestra
madre nos hubiera estado acariciando con guantes.
No es lo mismo piel con piel
que con un plástico en medio. Nos pasamos la vida aislados de este contacto a través de suelas
de goma.
5.- Descarga del exceso de iones. Este aislamiento a través de gomas es también
eléctrico. A veces acumulamos electricidad en nuestro sistema y como apenas
hacemos toma de tierra no llegamos a descargarnos. Esto puede ser perjudicial
para nuestra salud.
6.- Mayor eficacia. He mejorado mis tiempos aunque ese no fuera mi objetivo.
7.- Menor gasto en zapatillas.
8.- Perder el miedo: las aceras no están llenas de cristales
esperando clavarte sus garras. La vida esta de tu lado.
9.- Superar tu vergüenza y fortalecer tu sentido de autoafirmación
y autonomía independientemente de lo que los demás opinen.
10.- Simplificar la vida. Menos dificultad a la hora de
hacer la maleta cuando viajo. Las zapatillas de deporte ocupaban bastante.
11.- No tengo que limpiarme la arena cuando salgo de correr
de la playa.
12.- Llevo el goretex incorporado.
13.- El barro se convierte en tu amigo: es cierto es te
puedes resbalar, pero desarrollamos la habilidad de deslizarnos en el barro y
recuperamos el disfrute de hundir los pies en el blandito barro, sensación
indescriptible, y que además ayuda a cuidar nuestro pies o articulaciones, mascarillas
de arcilla instantáneas.
14.- Y sobre todo recuperar el disfrute por correr. No sé si es por ese
contacto con la Madre Tierra, por correr por el monte que es más divertido que
el monótono asfalto o por la mejora de la técnica, pero disfruto mucho más
corriendo ahora que cuando iba con zapatillas.
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